Origen: Italia.
Clasificación F.C.I.: RAZA NO RECONOCIDA FCI
En 1925, los lobos desaparecieron de la isla de Sicilia; a partir de aquel año, la suerte de esta antigua raza italiana, utilizada durante siglos como defensa contra los periódicos ataques del salvaje depredador a los rebaños y al ganado, comenzó a empeorar hasta llegar, según parece, a la extinción total. En 1954, el profesor Monatti afirmó haber encontrado cráneos de esta raza que se remontaban hasta la Edad de Bronce. Esta raza (Perro ovejero siciliano - Cani pecurariscu - Cani di mannara), actualmente no reconocida, se considera la más antigua de las razas italianas, junto con el “Cirneco del Etna”.
Perro de mediana altura, entre 55 y 68 cm a la cruz. Su manto es negro con la garganta frecuentemente blanca. Pelo largo y abundante, generalmente ondulado o bien en rizos anchos, fuerte pero no excesivamente duro. Gran facilidad de movimiento.
Extraordinariamente valiente, intrépido. Está dotado para hacer frente sin dificultad a su antagonista por excelencia: el lobo. Muy fiel al hombre, sabe asistir y proteger el ganado. En su trabajo es fiable, se muestra serio y atento. Muy inteligente, obediente, poco exigente. Muy fácil de adiestrar para su trabajo. Guardián incomparable.
Perro Ovejero Siciliano - Cane Pecoraio Siciliano (foto www.difossombrone.it)
No admitido.
Actualmente, la raza ha desaparecido o se halla al borde la extinción, si bien todavía hay quien dice poseer ejemplares típicos. La raza no es reconocida por la Federación Internacional Cinotécnica.
Vinattieri Federico - www.difossombrone.it